En el panorama educativo actual, las aulas tradicionales se enfrentan a una serie de desafíos. Desde métodos de enseñanza obsoletos hasta interacción limitada entre estudiantes y profesores, está claro que necesitamos una mejor manera de brindar educación.

En comparación con las aulas tradicionales, las aulas inteligentes tienen una serie de ventajas. Por un lado, ofrecen funciones de grabación y reproducción, lo que permite a los estudiantes revisar las conferencias y retener mejor la información. Además, las aulas inteligentes permiten la interacción y el compromiso en tiempo real, lo que permite a los estudiantes participar activamente en el proceso de aprendizaje. El monitoreo y la retroalimentación en tiempo real también brindan a los maestros información valiosa sobre el progreso de los estudiantes. Las capacidades de enseñanza remota amplían aún más el alcance de la educación, haciéndola accesible a los estudiantes que tal vez no puedan asistir a clases en persona. Por último, el seguimiento de cámara y el cambio automático de cámara garantizan que los alumnos siempre puedan seguir al profesor en el aula.